Ahora dicen (?) que Square Enix va a ponerle a su Final Fantasy XIV -un MMORPG que sale este año- un límite de horas de juego. Puntualmente, de quince horas semanales, a razón de dos y monedas por día.
Para las personas perfectamente normales que lean esto (que serán, por supuesto, la excepción), vale recordar que MMORPG son las siglas de "Massive Multiplayer Online Role Playing Game", es decir, un juego de rol masivo por internet. La idea es similar a la de un
RPG tradicional (uno tiene un personaje que crea y maneja a su antojo siguiendo una historia, tomando decisiones que alteran su curso, consiguiendo cosas, ganando experiencia, etc.) pero en un universo compartido por todos los jugadores conectados al servidor.
Pueden ser simuladores de realidades épicas, fantasiosas, del estilo del
World of Warcraft (se estima, tiene más de 11 millones de jugadores), o mucho más "reales", como
Second Life.
La cuestión con estos juegos es que, con el transcurso del tiempo, se fueron presentando varios tipos de problemas de distinta índole en los jugadores, desde algunos que
no podían separar el juego de la realidad, hasta un caso en el que una pareja que
dejó de cuidar a su hija para criar una beba en el mundo virtual.
En el blog del que enlacé la noticia original se habla de que la empresa impone el límite horario para sacar rédito económico, pero no lo veo tan claro. Si no me equivoco, el modo online de la PS3 (algún PStero (?) que nos confirme el dato) es gratuito, por lo que el jugador no paga una cuota mensual. Claro que siendo un MMORPG podría ser que funcione distinto, y que se tenga que pagar para acceder al servidor.
Ahora bien, suponiendo que la decisión tiene que ver con la "salud" de los jugadores (algunas compañías, incluso,
fueron demandadas por adictos), ¿hemos llegado a un nivel en el que necesitamos un paternalismo tal de todo el mundo? Si yo tengo una semana complicada y no puedo jugar ni diez minutos, y a la siguiente estoy de feria todo el día en casa, ¿es razonable que no pueda pasar las 15 horas?
Además, este tipo de medida fomenta una externalidad -por supuesto- no querida: que los nerds, faltos de vidas alternativas para vivir, nos veamos obligados a socializar. Hasta ahora, no tenemos éxito ni convocando a una
nerd orgy, pero si nos siguen probando, vamos a terminar desafiando a la selección natural, y aumentando nuestra tasa de natalidad (?).
Obviamente no es equiparable con las restricciones estatales, porque proviene de una empresa privada. Y podría pensarse que estoy escribiendo sobre una nimiedad, algo intrascendente y espurio, una rareza. Pero en el fondo, a esa huevada, subyace una idea proteccionista que me molesta... la suma otra restricción más a la libertad de uno de hacer lo que se le venga en gana.
Primero los
fumadores, después los borrachos, luego los gordos... ahora ¿los gamers?
Dejad que los niños corran libres!
¿Qué opinan?