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jueves, 24 de marzo de 2011

Jueces en Berlín: dos caras

Este es un texto que encontré en internet alguna vez, no me acuerdo en donde. Por suerte el libro estaba citado, así que les copio la cita. Hace tiempo que lo guardo buscando una buena razón para compartirlo. Fue objeto de comentario en la clase de Administrativo de ayer, que me lo trajo a la memoria, aunque con consecuencias nefastas.

Palacio de Justicia, Berlín

Contaba que, allá por el siglo XVIII, en Potsdam, el Gran Rey Federico II, jinete en imperial montura, encabezando un grupo de nobles cortesanos, cabalgaba por los límites de su parque de Sans Souci, lugar donde se detuvieron.

A corta distancia, el Rey divisó un bien constituido molino de viento en el que vivía Arnaldo –El Molinero- hombre honesto y orgulloso de su propiedad, adquirida a lo largo de años de tenaz esfuerzo.

Bien es sabido que el capricho de los príncipes no tenía límites y, por ello, de inmediato quiso Federico comprar a Arnaldo su molino, tal vez para dar a su parque de Sans Souci unos metros más de extensión, o quizá para mostrar a sus cortesanos de manos pálidas e inútiles, lo que siempre había desdeñado mirar: un instrumento de trabajo.

Habiendo hecho llamar el Rey al molinero, quien prestó salió del molino restregándose ambas manos en el delantal que cubría sus sencillas vestimentas.

-Arnaldo, me han dicho que este molino es tuyo. Quiero comprártelo-
-Mucho me temo, Señor -contestó Arnaldo- que el molino no está en venta-

Capricho de príncipe y orgullo de hombre humilde que ha ido acumulando las piedras de su molino con blanca harina y pan rubio –conflicto de intereses sin lugar a duda-.

Entonces, el Rey gritó: 

-¡Cómo! ¿Es acaso que no comprendes la gracia real de que eres objeto? ¡Si lo puedo tomar sin pagártelo!-

Arnaldo, con inusitado aplomo y profunda serenidad, respondió al jerarca:

-Sí, señor, pero aún hay Jueces en Berlín-

Los versos Andrieux, que tan magistralmente describen también el episodio de Potsdam, afirman que, en aquel momento la cólera de Federico se disipó, feliz de hallar en Prusia a alguien que creyera en la justicia.

Tiempo después, el hijo del molinero quiso cederle la propiedad al Rey, pero entonces el monarca contestó:

-Vuestro Molino no es vuestro ni mío, pertenece a la historia-

(Laurosse, Les fleurs historiques, citado por María Graciela Reiriz en Reponsabilidad del Estado)

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Casi un cuento de hadas jurídico. 

En la clase de ayer, TH hablaba con sarcasmo de que a medida que van pasando los años, menos gente le entiende los chistes. Entonces preguntó si alguno de los alumnos alguna vez había jugado a la "prenda". Se levantó alguna mano, de gente bastante mayor que el promedio de edad del curso.  

- ¿Qué pasaba cuando uno no cumplía la prenda?- interrogó.
- ¡Se iba a Berlín!-

(Confesión: yo conocía el concepto por aquella canción de chiquititas (!). Matenme. Listo, sigo)

- Digame, niña, y alguna vez se preguntó por qué "¿se iba a Berlín?"-
- No, la verdad que no-
- ¿Por qué no a París, a Praga, o a Roma, ciudades que son mucho más lindas que Berlín?-
- No tengo idea, nunca se me ocurrió-
- Eso es porque nunca estudió derecho administrativo-

Entonces contó la anécdota que abre el post, pero cerrándola con una sentencia fatal, inapelable, que le cambió absolutamente el sentido al Disney tale que yo tenía en la memoria.

- ¿Sabe que pensó Federico, cuando el molinero le dijo que todavía había jueces en Berlín? "Vaya a Berlín todo lo que quiera, no le va a servir para nada. Yo soy el Rey, y a esos jueces los puse yo". A Berlín es a donde van los tontos, de ahí que al que pierde el juego se lo mande a Berlín- 

domingo, 30 de enero de 2011

Inscripción!

En realidad, esto es un post selfish (?), su única finalidad es que si alguien sabe algo de las siguientes comisiones, me lo haga saber de alguna manera (vale twitter, facebook, mail, msn, etc.):

LECT.CONTEMP.ACERCA D/DCHO - RUIZ ALICIA
METOD.DE LA INVESTIG.SOCIAL   - KUNZ ANA E.
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO - SAENZ JORGE A
DCHO.PROCESAL ADMINISTRATIVO - CILURZO MARIA ROSA
SOCIOLOGIA CRITICA - DONZIS RUBEN

Además de en algunas de esas, por si a alguien le interesa pasar tiempo conmigo (?), me voy a anotar en Contratos Administrativos los miércoles (Marcer-GP-Balbín-Saenz), en Concursos (Fernandez Moores) y voy a estar de ayudante en Administrativo y en Teoría del Estado. 

Devuelvo a la sociedad ofreciéndome para coachear (?) a quienes necesiten una mano, basta con el pedido por la vía que les plazca. Sobre todo en materia de CPC que conozco un poco más, de CPO no llego a los 30 puntos.

Pido disculpas si esperaban algún desarrollo descriptivo sobre el método de inscripción a la facultad, o una teoría sobre las razonabilidad del sistema de asignación de las materias. Tal vez lo hagamos en otra ocasión. Por ahora, usó el blog para traficar información en ocasión del retorno del año académico a nuestra bella casa de estudios.



A quien sepa algo, agradezco, y si necesitan saber de algo, pregunten!

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Lecciones y Ensayos 86 - Versión digital

El motivo de este post es transmitirles que, después de muchísimo tiempo de lucha burocrática (si no me equivoco, el proyecto surgió a principios de 2009), de tira y afloja con unas y otras dependencias de la Facultad, terminamos el año con una muy buena noticia. Desde el día de ayer, Lecciones y Ensayos es la primer revista del Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho que se puede descargar y leer en formato digital.

Es un paso importantísimo para la difusión de la publicación, uno de los objetivos centrales de los últimos años. Con un poco de suerte, las demás revistas seguirán el mismo camino. Socialización del conocimiento 2.0.

Para quien no la conozca, Lecciones y Ensayos es una revista académica de la Facultad de Derecho (UBA) dirigida por estudiantes. Es un espacio en el que nos reunimos semanalmente a debatir sobre los trabajos enviados por los autores, y seleccionar -mediante sistema de referato anónimo- cuales de ellos serán publicados. Desde mi perspectiva es una experiencia académica invaluable, ya que empuja a los estudiantes a leer sobre distintos temas, muchos de ellos desconocidos. Además, acerca a la tarea editorial, y anima a muchos a hacer sus primeras armas en esto de escribir sobre Derecho. Este blog, seguramente, no existiría si yo no hubiese caído hace poco más de dos años y medio en la oficinita del pasillo del Salón Verde, que antes parecía enorme, y que con la llegada de nuevos miembros se fue superpoblando (?).

Bueh, felicitaciones para todos los que pasaron por LyE en todo este tiempo, y les pido a quienes puedan que difundan la noticia.

El número 86, para descargar, acá.

Indice
  • Editorial
Lecciones
  • Tecnociencia, vigilancia y sistema penal: la superación de paradigmas y las nuevas perspectivas bajo el punto de vista tecnológico
    Autor: Hauck, João R.
    Página: 17
  • La idea de Nación en el Facundo
    Autor: D´Auría, Aníbal
    Página: 45
  • Un panorama actual de la discusión en torno al Leviatán de Thomas Hobbes. El origen del Estado absoluto
    Autor: Gabriel, Silvia C.
    Página: 73
Ensayos
  • Consideraciones sobre las tensiones de la ciudadanía moderna
    Autor: Ferro, Mariano
    Página: 99
  • El derecho de acceso a la información pública: situación actual y propuestas para una ley
    Autor: Díaz Cafferata, Santiago.
    Página: 151
  • El bien jurídico es el derecho penal. Algunas nociones básicas desde la óptica de la discusión actual
    Autor: Kierszenbaum, Mariano.
    Página: 187
  • La crítica de Nietzsche al Estado moderno
    Autor: Vita, Leticia.
    Página: 213
  • Algunos problemas en torno a la tentativa de contrabando
    Autor: Hopp, Cecilia.
    Página: 235
VII Concurso de Ensayos “Dr. Ignacio Winizky” de Derecho Penal
  • La autoría y la participación en un delito especial. A propósito de la auditoría y la participación en el tipo penal de “torturas”
    Autor: Kierszenbaum, Mariano.
    Página: 261
  • Tentativas, riesgos y resultados
    Autor: López Warriner, Santiago.
    Página: 285
Comentario bibliográfico
  • Un análisis del presupuesto desde la perspectiva de los derechos humanos. Comentario a Derecho constitucional presupuestario de Horacio Corti
    Autor: Freedman, Diego.
    Página: 301
Literatura y derecho
  • Borges y la lotería de los infortunios
    Autor: Coaguilla Valdivia, Jaime F.
    Página: 313
Traducción y afines
  • Los efectos de la declaración de inconstitucionalidad en los Estados Unidos y la Argentina
    Autor: Rivera (h), Julio César y Legarre, Santiago.
    Página: 321
  • Recensión crítica de José Martínez de Sousa, Diccionario de uso de mayúsculas y minúsculas
    Autor: Vitetta, Mariano.
    Página: 351
Entrevista
  • Entrevista al traductor Ricardo Chiesa
    Página: 357
Misceláneas
  • Los derechos humanos como emancipación. Recepción del pensamiento de Boaventura de Sousa Santos en España. Transición paradigmática, hermenéutica diatópica y diálogo intercultural
    Autor: Ávila, Flor Martínez de Correa, Luz y Medina, Jesús.
    Página: 407
¿Lo sabía?
  • Apelación: una joya jurídica
    Página: 419



Ya que estamos, van los datos de rigor.

¿Cómo publicar en Lecciones y ensayos?

Requisitos de publicación
• Trabajo INÉDITO.
• Hoja: A4.
• Tipografía (tipo de letra): Times New Roman 12.
• Copias: 3 en papel y 1 en diskette (en formato Word o similar).
• Incluir un abstract del trabajo (resumen).
• Citas bibliográficas y bibliografía utilizada. Las citas deben ser incluidas en nota al pie de la siguiente manera: Para citar libros: nombre de autor, nombre del libro, editorial, lugar de publicación, año, página/s. Para citar artículos: nombre del autor, “título del artículo”, nombre del libro o revista, volumen/tomo/número, lugar de publicación, fecha, página/s.
• El trabajo debe firmarse bajo un seudónimo.
• En mail aparte: datos del autor (nombre, apellido, dirección, teléfono y dirección de correo electrónico, indicando si el autor o autora es estudiante, abogado/a, año en que se recibió y si tiene algún cargo docente).

La presentación del trabajo se hace vía correo electrónico a lye@derecho.uba.ar

Pautas de publicación
Los trabajos serán sujetos al sistema de referato. En consecuencia, serán puestos a consideración del cuerpo de redactores de la revista Lecciones y Ensayos.

Los trabajos publicables tendrán por objeto contribuir al conocimiento y estudio del Derecho, así como cumplir la función académica que nos caracteriza. 

La presentación de trabajos para la consideración del Consejo de Redacción implica la autorización para su publicación en la revista Lecciones y Ensayos, tanto en su versión en papel como en su versión digital, en el Portal Académico de la Facultad de Derecho de la UBA.

¿Cómo participar de Lecciones y Ensayos?

El único requisito para formar parte de Lecciones y Ensayos es ser alumno regular de alguna de las carrera de grado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Si querés participar de Lecciones y Ensayos, podés acercarte a nuestras reuniones los días jueves a las 20 hs (aclaración: en este momento estamos de receso, retomamos a mediados de febrero).

Las reuniones tienen lugar en nuestra oficina ubicada en la Planta Principal, Pasillo Sumarios (al lado del Salón Verde) de la Facultad de Derecho.

También podés comunicarte con nosotros por teléfono (5411) 4809-5667 o enviándonos un e-mail a lye@derecho.uba.ar.
      

viernes, 10 de diciembre de 2010

Carta abierta a un profesor de la Facultad

Escribo estas lineas para terminar de sacarme las ganas de una protesta más formal, después de haber vivido una situación bastante violenta en la Facultad, hace unos días. No tengo intención de hacer leña de nadie, porque de eso se encargan, y muy bien, los foros y los pasillos. Si cuento mi caso puntual es más como excusa y porque sirve al ejemplo, que por otra cosa.

Lo particular

Mi problema de la semana (ya pasada, empecé a escribir esto el viernes 3!) fue con un docente con el que ya había tenido algunos roces a lo largo del curso.

Situación de final de curso, entrega de notas, cuatrimestre infinito, de cuatro materias, casi terminado. El profesor me entrega la nota del parcial, y me dice que tengo que rendir final. La costumbre indica que mis notas exceden, normalmente, lo que creo que merezco -en algunos lugares eso se llama autocrítica despiadada, en otros, ser un llorón (?)-, pero supongo que en este caso me corrigieron como corresponde. Triste, lo asumo, la verdad es que sabía que había hecho bastantes cosas mal. 

Pido el parcial para ver en qué me había equivocado, y me encuentro una sola pregunta corregida (bah, una oración subrayada) de las cinco que eran. Curiosamente, una pregunta en la que estaba seguro que no me había equivocado. El resto del parcial, inmaculado. ¿La nota? cinco menos.

Le consulto al profesor, y me explica de muy buena manera que yo había escrito exactamente lo contrario a la respuesta "buena". Acto seguido, me explica cual era esa respuesta. Por casualidad, era casi literalmente lo que yo había escrito. Le señalo al lado de lo que estaba subrayado, y le pido que lo revise, porque creo que de acuerdo a lo que me dice, la pregunta está bien respondida. Se indigna. Mal. Me espeta que como se me ocurre pedirle que lo revise (sic), que mi examen ya fue evaluado globalmente (?), y que esa es la calificación que me corresponde. La diferencia no era menor, un cinco era promoción, cinco menos, final. Y aún así ni siquiera lo volvió a leer.

No voy a ser un purista abstracto del saber: no me da lo mismo rendir un final que no rendirlo. Hay una diferencia grande entre terminar una semana antes o tener que dedicarla -en los papeles, la verdad es que estaba tan enojado que no agarré un apunte- a estudiar toda una materia. Sobre todo si los contenidos de la materia son inútiles, porque las preguntas apuntan a cosas en extremo puntuales. Cosas que se pueden encontrar en la ley el día que las necesite, y que para rendir, tendría que estudiar de memoria. Conceptos, poco y nada. Más grande es la diferencia si la materia es una obligatoria de la orientación, una que, si uno quiere el cartoncito, no se puede evitar. Y especialmente, si es la única comisión de esa obligatoria de la orientación que se dicta en horario no laborable (la otra, a las diez de la mañana, si no me equivoco).

Si quisiera aprender qué deducciones se puede hacer en cada impuesto, o cuales son todas las exenciones (ojo, taxativo y de memoria, nada de criterios generales), habría estudiado para ser contador. Ni eso, los contadores trabajan con las leyes. Lo peor es que estoy seguro de que si hoy levantara el teléfono y llamara a diez de mis compañeros, para hacerles las preguntas del parcial, ninguno podría contestar ninguna. Lo que aprendimos de memoria para rendir, se fue diez minutos después del parcial.

Volviendo, al profesor pareció darle lo mismo si la respuesta estaba bien o mal. Llegó incluso a decirme que si consideraba que merecía promocionar era porque sabía la materia, con lo cual, rendir el final no me cambiaba nada (?). 

Otra situación, mismo profesor, días atrás. Explicando un tributo en particular, nos dice que determinada interpretación viola el principio de legalidad (estamos en materia tributaria que, como la penal, veda la interpretación analógica), porque extiende el hecho imponible. Le pregunto donde está la definición que nos da -porque no la encuentro en la ley-, y me indica que viene de un dictamen de un órgano de la administración. Pregunto: "¿Cuál es el agravio a la legalidad, si no hay tipicidad legal? Se puede tener problemas de legalidad cuando la que define el instituto es la ley. Si la definición viene de la administración, ¿no la podría cambiar por una nueva y punto?". Me contesta que no, que si la cambiara estaría violando el principio de legalidad. Mi primera reacción es quedarme mirándolo, asombrado. No sé si se está burlando, no entiende la pregunta, o no sabe que contestar. Cuando atino a protestar, me interrumpe de mala manera, diciendo que tiene que seguir con la clase. 

Al día de hoy, no sé mi objeción tenía o no razón de ser. Tal vez estaba preguntando una estupidez, tal vez había una respuesta obvia y simple. No me la dieron.

you shall not pass

Lo general

Me parece terrible -no hay otro adjetivo- que cualquier docente universitario se rehúse a rever la posición que sostiene, sea de la índole que sea (una idea propia, una explicación de algo ajeno, una nota de parcial). No voy a caer en el facilismo de "más en el caso de un docente de la Facultad de Derecho": para ser buen docente no es necesario saber derecho ni mucho menos. Es una cuestión de sentido común: las universidades existen para fomentar el pensamiento crítico, para desarrollar el conocimiento. Ese desarrollo no es vertical y descendente, la época en que los profesores venían al aula a transmitir su sabiduría velada, feneció hace largo tiempo. 

Cosas como la que conté hicieron que, este cuatrimestre, me planteara dos veces dejar la doble orientación, y seguir cursando sólo una (la otra, claro). Y eso es un problema, sobre todo teniendo en cuenta que en tributario no se abren los cursos por falta de gente.

Soy ayudante de dos materias de la Facultad desde hace no tanto tiempo (casi cuatro años en la que más, exactamente un cuatrimestre después de arrancar la carrera), recién estoy haciendo mis primeras armas en docencia. Creo, sin embargo, que tuve (y sigo teniendo) la suerte de aprender de los mejores.

Tuve la oportunidad de cursar con profesores brillantes. Tanto desde lo académico como desde lo pedagógico. Puedo decir sin miedo que los que más se destacaron fueron aquellos que, a pesar de sus décadas de docencia, de su interminable obra bibliográfica, de sus éxitos en el litigio, en la justicia, en la investigación, o en donde fuera, no le tienen miedo al verdadero rol del docente universitario. Los que entienden que el docente no sólo está para transmitir sus verdades reveladas, sino también para escuchar, atender, explicar, contestar, deconstruir, volver a empezar, revisar y reconstruir. Los que, con lo imponentes que resultan sus nombres, que conocimos como tapas de libro antes que como personas, no le tenían miedo al "la verdad, no sé responder su pregunta, se lo busco y lo hablamos la próxima" o al "no lo había pensado de esa manera, tal vez haya que darle alguna vuelta más al asunto, puede ser, eh?".

Por supuesto, también tuve, y en cantidad, de los otros. Los que inventan una explicación que no se sostiene, para salir del paso. Los que, ante la insatisfacción de la duda, y la insistencia del alumno, se ofuscan y tratan de evadir el tema. Los que son incapaces de aceptar que, a veces, lo que explican no tiene sentido lógico, jurídico, axiológico, o el que sea. Los que obvian hablar de los defectos de las teorías que explican, porque así es más fácil. Los que recitan, en vez de explicar, muchas veces porque no terminan de entender lo que están diciendo. 

El transcurso de la carrera me enseñó que es el profesor el que debe adaptarse a las necesidades del alumno, y nunca al revés. 

Las primeras materias de la carrera necesitan profesores dispuestos a explicar una y otra vez los conceptos más básicos. Que estén dispuestos a aceptar que -lamentablemente- no todos los alumnos traen el mismo nivel de formación, y que hay ciertas cosas que no pueden darse por sentadas. Que puedan moldear la cabeza de quien viene de una estructura férrea, distinta; de cumplir horarios, de rendir para aprobar. Y cambiarla, para dar paso a un esquema de pensamiento nuevo, donde lo que importa es la reflexión, la comprensión, la crítica, y no tanto la memoria, la calificación. Un esquema en el que el rey no es el orden, y aunque a veces es molesto, está bien que así sea: en la profesión las cosas no vienen servidas.

Los profesores de las materias "intermedias" son los que tienen que marcar el corte. Los que tienen que tener la firmeza suficiente para exigir que los alumnos conozcan los conceptos que se enseñaron en las materias anteriores. Los que tienen que trabajar sobre esa estructura de pensamiento universitaria, cortesía de sus colegas anteriores, y llenarla de contenido. El razonamiento jurídico ya tiene que estar, ahora toca aprender los elementos. Pero los elementos tienen que estar bien cuidados. No puede enseñarse cualquier cosa, el contenido tiene que ser útil, pertinente. Parece estúpido tener que aclararlo, pero hay profesores que no entienden que la forma en la que enseñan no sirve a nadie. ¿Qué finalidad puede tener que yo me acuerde el número de los artículos de memoria? Suena anacrónico, pero todavía hay en Derecho profesores que preguntan "a ver, cuénteme el art. 1 inc. 'd' de la ley de IVA" o "¿qué regula el art. 2618 del código civil?". Cuesta creer que no puedan entender que, cuando me siento en la oficina a trabajar un expediente tengo a mano el código, los libros, las bases de datos online, y un montón de gente con la que discutir, para recién después resolver. Y así va a ser siempre, en la justicia, en la profesión y en la actividad de investigación. Eso de que en derecho se estudia de memoria es un engaño. Bah, en realidad no. Lamentablemente, estudiando de memoria también se puede ser abogado. Y eso es un defecto grave de la Facultad, un defecto de los docentes.

Los profesores de las últimas materias son los que tienen la tarea más complicada, pero la que a mi juicio es la más gratificante. Cuando uno empieza a cursar las materias de la que va a ser su especialización, debería tener la capacidad y el conocimiento suficiente para poder razonar jurídicamente cualquier problema que se le presente, de cualquier materia. No digo que tendría que poder resolverlo, pero al menos, debería saber dónde buscar la respuesta, para empezar a trabajarla. Soy de la idea -tal vez soberbia y equivocada- de que cualquier estudiante con el CPC completo, una computadora con internet, una biblioteca y tiempo suficiente, debería poder resolver prácticamente cualquier caso. La cuestión es que son los profesores del final de la carrera los que tienen que proponer esos problemas. Señalar las inconsistencias de las normas con la realidad, los conflictos entre las posiciones de los doctrinarios, la jurisprudencia contradictoria. Proponer preguntas y respuestas, aceptar otras, discutir, motivar y trabajar sobre los temas. Hacer entender a los alumnos que el derecho es política, les guste o no. Que la aplicación mecánica de las normas no conduce casi nunca a ningún lado. Que las normas cambian, diez minutos después de que uno las estudia.

Eso es lo más importante. Y eso es lo más difícil de encontrar en la facultad. Ojo, nobleza obliga: hay. Tal vez no en todas las materias, pero hay. Si uno busca con ganas, al menos en derecho, puede encontrar Profesores, con mayúscula.

Para terminar, y ya que estoy en plan crítica, voy a agregar una cosa más, que poco tiene que ver con lo anterior, pero ya que estamos...

Me parece elemental que los profesores conozcan la estructura de la carrera. No pueden mantener sus cursos estáticos en el tiempo, inmunes a los cambios en el plan de estudios, sin saber qué materias vienen antes, ni cuales después de la propia, que materias se dictan y cuales no. La formación del estudiante tiene que ser integral, no fragmentada. Es cierto que a veces el plan no ayuda (¿es necesario estudiar tanto derecho privado? ¿o será acaso que no quieren que la gente aprenda qué es el presupuesto, la deuda pública, los contratos administrativos?), pero si no se puede lograr reformarlo, hay que adaptar los programas de la materia. Tanto para evitar dejar huecos, como para no perder el tiempo en cosas que ya fueron estudiadas. Hay materias que están repetidas, lisa y llanamente. Y siendo que el tiempo es un bien escaso, y que realmente hay una cantidad grande de contenidos importantes que en la facultad no se estudian, creo que la repetición debería ser uno de los pecados más castigados.

A esta altura, imagino que ya nadie está leyendo, la verdad, hasta yo me agoté. Si sirvió para tocar el corazón docente, aunque sea de algún ayudante, en algún pago lejano, ya me quedo contento.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Buen abogado

-¿Qué es la prueba? ¿Qué se prueba?- pregunta TH -¿Sólo los abogados prueban?-

Silencio. Cunde el terror ante la pregunta que tiene respuesta vaga, o varias respuestas. Seguro el profesor espera una en particular, pero uno nunca le va a embocar.

-¿No prueban los historiadores, los arqueólogos, los matemáticos?-

Se escucha algún "sí", tímido, de fondo.

-¿No se acuerdan del secundario? ¿Del profesor de matemática? ¿Hipótesis, tesis, demostración? ¿No tienen que probar también los que hacen aritmética?-

Un poco más de consenso, tres o cuatro "sí", ya en volumen audible.

-¿Se acuerdan del teorema de Tales? ¿Cual es el teorema de Tales?- pregunta, y ante el silencio sepulcral, insiste: -Ese que dice "la suma del cuadrado de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa", ¿no?-

"¡Sí!", esta vez casi únanime.

-Con razón se dedicaron al derecho, ¡ese es el de Pitágoras!- risas, reconociendo que los hizo entrar. Espera, y sigue: -Tales, ¿se acuerdan de quién era Tales?-

 Silencio.

-El que se lavó las manos, ¿no?-

Ruido, opiniones encontradas, y alguien que da la cara: se escucha un "no" bien claro.

-¿Usted dice que no? ¿Cómo que no?-
-No, doctor, el que se lavó las manos fue Poncio Pilatos-

Asentimiento generalizado.

-Ay, niña, niña... así no va a ser buena abogada. En Derecho usted no sólo tiene que conocer las normas, también tiene que estar bien despierta... ¿O usted me puede asegurar que Tales nunca se lavó las manos?-

viernes, 25 de junio de 2010

Baja cridad

Me tomaron recurso extraordinario cuando es denegado... sí, sí, recurso de queja... Eso y amparo... Sí, era re jodido!

Oido en la clase de hoy (primera post parcial) de Constitucional Profundizado y Procesal Constitucional


PD: el temario del parcial eran cuatro bolillas: acciones directas, competencia de la CSJN, REX, y protección de derechos fundamentales (amparo, habeas corpus, habeas data)

PD2: Las preguntas de los 6 (!) temas eran transcripciones de puntos de las bolillas del programa, todas dadas en clase, con el título correspondiente.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Dos buenas preguntas

Del recuperatorio de administrativo del miércoles pasado:

Creo que era la pregunta 3:

"¿Cómo anda hasta aquí? Hmm... por qué no abandona el curso?"

Yo habría dado alguna respuesta contestataria, pero imagino que la mayoría no le dio bola... Si yo evaluara la puntuaría seguro. Después voy a mirar los parciales a ver si finalmente la contestaron.

Igual fue mucho mejor (y más "seria") la última:

"¿Es ejecutoria la decisión del profesor de dar por terminado el examen ahora mismo?"
Me gustó para usarla algún día, así que me la dejo anotada acá (?).